Las personas que viven en los bosques entienden sus propiedades curativas. Incluso las personas que rara vez se conectan con la naturaleza notan cuán fresco es el aire, cuán fresco y limpio puede ser, especialmente durante o después de una lluvia.
Un paseo por el bosque también abre los sentidos, inspira y eleva la imaginación. El estrés desaparece para ser reemplazado por sentimientos de bienestar y optimismo. En momentos como este parece que todo es posible.
Esa es la maravilla del bosque y la razón por la cual Leo Gallardo creó el sendero 'Bosque Mágico' en Aonikenk Karho, su refugio ubicado en lo profundo de los alrededores boscosos del Parque Nacional Queulat. Leo, un antiguo guardabosques, ofrece visitas guiadas diarias, que incluyen una breve meditación del 'Bosque Mágico' para visitantes e invitados que deseen descubrir la maravilla de la naturaleza. Reservas y más información sobre Aonikenk Karho y el 'Bosque Mágico' aquí.
Lea un breve extracto publicado por el servicio forestal chileno, CONAF, que explica algunos de los beneficios científicos comprobados del bosque para la salud humana.
"'No es fácil entender que con sólo respirar o tocar un árbol las personas pueden mejorar su estado de salud. Sin embargo existen estudios científicos que han podido determinar que los bosques, y en especial algunos árboles, liberan fitoncidas (compuestos volátiles que protegen a los árboles de las bacterias, insectos y hongos).
Éstos penetran a través de los pulmones y la piel de las personas, siendo capaces de matar e inhibir el desarrollo de microbios patógenos, y aumentar el número y actividad de células humanas defensivas que protegen de enfermedades infecciosas.
Además, participan activamente en el metabolismo y tienen un efecto positivo en el cerebro humano. Normalizan el ritmo cardíaco y la presión arterial; reducen los niveles de hormonas del estrés y los marcadores de ansiedad, ira, fatiga y confusión, mejorando notablemente la salud de las personas."
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